Tu vida se resumía en
dolor constantemente peleando con tu bastón,
contra el miedo. Una noche te encontré y
con tu mirada,
me rogaste ayuda, entonces emprendimos los tres el camino de la lucha Vos, yo y luna. Cuando el quía te vino a buscar le dijiste
NO ahora tengo por que luchar sin querer
bajaste los brazos y el tetra te volvió a ganar.
Creo haber hecho lo posible por ayudarte pero
tu suerte ya estaba
escrita, así que tendré que conformarme con
recordarte a Vos, a
tu bastón y a
tu Sonrisa.
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